Desde que inicia el proceso de unión del espermatozoide con el óvulo, empieza un proceso de replicación celular especializada para ir formando capas de células con capacidad de generación de tejidos que se van organizando de una manera tal, que de seguir un camino sin alteraciones, va formando un embrión en el que se van empezando a diferenciar órganos y tejidos de manera progresiva para llegar al feto que depende en exclusiva de la madre de la cual, vínculo que se da gracias a la placenta y al cordón umbilical que nos une a ella. Estas células pueden originar diferentes tejidos, van especializándose cada vez más, siendo las más primitivas como por ejemplo las embrionarias, capaces de generar cualquier tejido y por lo mismo, no se emplean actualmente como parte de las terapias celulares, pues pueden generar incluso tumores al ser implantadas en algún tejido.
Por su parte, las células madre que hacen parte del cordón umbilical y que también se formaron de la unión del espermatozoide del padre con el óvulo de la madre, ya se consideran células madre adultas, no de embrión y son llamadas células madre mesenquimales que son las que se emplean en gran parte en la terapia celular regenerativa actual en la mayoría de los centros que las aplican, cuando de terapia celular alogénica se refiere. Alogénica implica que son células no extraídas de la persona a las que se les va a aplicar. Si se tratara de células madre extraídas del propio individuo, como sucede cuando se extraen de la médula ósea o de la grasa del sujeto por ejemplo, se llaman células madre autólogas.
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En el caso del uso de células madre autólogas, se requiere de un procedimiento para su extracción inicialmente. Para el caso de las de médula ósea, habitualmente se emplea una punción del hueso iliaco (hueso que forma la pelvis), generalmente en su parte posterior, bajo anestesia local. Una vez extraída, se hace un proceso para la separación de las células madre, proceso que en algunos centros realizan el mismo día bajo técnicas estandarizadas, para luego ser empleadas y aplicadas según la necesidad del paciente. Otra posibilidad, que es la que empleo, es enviar la médula ósea extraída a un laboratorio especializado en terapias celulares e ingeniería de tejidos, a hacer un proceso llamado expansión celular, en el cual, separan las células madre y las cultivan en medios especiales que les permite su multiplicación, para llegar al número de células deseado que se requería según la terapia programada al paciente. Este proceso de expansión celular puede tardar unas 3 o 4 semanas, por lo que entre la extracción de las células y la aplicación de la terapia regenerativa celular, se podría estar requiriendo de 1 mes aproximadamente. Lo mismo pasaría en caso de extraer las células de la grasa, mediante un procedimiento bajo anestesia local, en que se hace una succión de este tejido graso, generalmente del abdomen del paciente, tejido que luego se envía a proceso de cultivo y expansión celular.
Si se elige la opción del uso de células madre alogénicas, empleo las células madre mesenquimales expandidas (cultivadas), de cordón umbilical, proceso que ya se ha realizado previamente por el laboratorio especializado y las tienen en congelación alrededor de -80ºC. De modo que no se requiere de tiempo adicional para el procesamiento, solo se requiere planear la solicitud de las células para tenerlas el días programado del procedimiento de aplicación y así, no se requiere de procedimientos adicionales, por lo mismo, se genera un ahorro en tiempo, en riesgos y costos de un procedimiento adicional y en un procesamiento en laboratorio, también más costoso.
La terapia celular con células madre mesenquimales alogénicas extraídas de cordón umbilical por lo anterior, es la que más empleo. Cuentan también con valoraciones por laboratorios externos que certifican en varios aspectos su calidad.
Para emplear este tipo de terapias regenerativas celulares, me gusta preparar previamente el cuerpo con vitaminas, minerales, aminoácidos y otros si el tiempo lo permite y el paciente está de acuerdo, procurando tener un cuerpo en mejores condiciones para darle a estas nuevas células el mejor ambiente en el que puedan desarrollar todo su potencial.
Ahora, el número de células a emplear, va a variar dependiendo de la individualidad del caso. Si un paciente requiere aplicación por ejemplo en una rodilla por una artrosis y en la región lumbar donde tiene una hernia, el número de células a emplear será diferente de si su objetivo será una terapia “antiaging”. Por lo mismo, primero se realiza una valoración, que permita establecer el número de células a emplear y si puede beneficiarse además de una preparación con una sueroterapia ortomolecular (con vitaminas, minerales, aminoácidos u otros) y/o con exosomas que hacen parte de la terapia regenerativa acelular (sin células). Igualmente y de común acuerdo con el paciente, se definirá si se emplearán células madre alogénicas o autólogas.
El proceso de aplicación también variará según el caso. Las rutas a emplear incluyen la vía venosa; la aplicación alrededor o en el sitio de tejidos que se quieran reparar como en el caso de cicatrices; la aplicación intra articular que según el caso realizo guiado con ecografía, empleando las bases que como anestesiólogo, con subespecialidad en intervencionismo analgésico tengo; entre otras.
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